lunes, 29 de noviembre de 2010

# 24 - Marzo 03 2007



Hay dias en los que me levanto y la inercia me atrapa.
Como si me pusieran pausa y el mundo continuara, doblando su velocidad. 
Son dias que vivo en mi cabeza, dias en los que no hablo con nadie ademas de mi misma.
Me multiplico y me sumo y me divido y me resto, entonces soy muchas en una sola o me resumo a latidos y me afano por encontrar la formula para cabalgar en su risa.
Dicen que el amor es un niño incendiario buscando pajaros de papel en el corazon del bosque. Me gusta pensar que soy el fuego que los consume. Las gotas de lluvia en la ventana me parecen arte, y me despido del sol asintiendo con mi cabeza cuando esta apunto de ocultarse.

No me gusta hacer siestas. Siento que cuando despierte encontraré mi corazon en la arena y no sabre porque sonrie. Este corazon se pone alas, y en las noches se me escapa y juega con ella a lanzarme piedras. 
Vivo entre bares y letras, entre humo y alcohol, intentando asesinar los amores que no duran ni alcanzan. El sonido de la brisa es mas nitido de noche, me hace juego cuando visto de negro, llevando luto por los atardeceres. Hoy me vestiré de rojo, me acostaré en el piso y tendre convulsiones mentales, mientras le haces creer a ella que tus orgasmos salen de sus manos.
Tengo un ojo que señala y otro que cuestiona y mis cejas son arqueadas como esperando un gol de tu mirada. La conciencia de tu ausencia baila sobre mis hombros, como Alicia en un pais sin tantas maravillas que crecio y nunca se cambio de ropa.

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